La Madame es una obra de teatro sensorial, en formato sonoro como adaptación de la pieza teatral “La marquesa de Larkspur Lotion» 1968 de Tennessee Williams, bajo la dirección de Viviana Jiménez y Kimberly Torres.
La Madame:
Recuerdo claramente el día en que llegó a mis manos, la caja que acompaña la experiencia sensorial que nos propone el colectivo “Redescubriendo la oscuridad”.
Al llegar a casa, la encontré arriba de mi escritorio esperando por ser inspeccionada, sin embargo, debía encontrar el momento adecuado para disfrutar plenamente de toda la experiencia. Al caer la noche y sin las ocupaciones que atañen mi discurrir cotidiano, me dispuse a escuchar los instructivos entregados para poder apreciar, desde otro lugar; la obra que tenía en mis manos. Con los audífonos en mano, el cubre ojos en su lugar y sentada en mi sillón favorito comienzo lo que sería mi recorrido por La Madame.
La música te abre la puerta a la imaginación, el sonido recorre cada espacio vacío y nos invita a caminar de la mano de esa voz femenina que nos instala en la acción. La atmósfera sonora se ve interrumpida por la voz del narrador, que describe como una didascalia cada uno de los elementos que componen la escena que vamos a apreciar. Se vienen a mi mente recuerdos de la época universitaria, los recorridos que hice por el barrio La Candelaria por más de cinco años, entre la academia y los teatros, divagando por esas calles enigmáticas que aún conservan ese hálito añejo que expide cada uno de sus rincones.
Entran en acción los personajes principales, cada uno construye vocalmente las características que le atañen, complementando la atmósfera sonora que envuelve la escena y que me permite construir una imagen, que le da rostro a eso que poco a poco voy escuchando.
Pero no voy a describirles la experiencia en su totalidad, pues esta supone un proceso personal e intransferible, atravesada por sus propios recuerdos, sensaciones y deseos. Estos los llevarán a descubrir la conflictiva interna de los personajes, las situaciones que deben sortear y los deseos que los motivan a cumplir sus objetivos a lo largo de la trama.
Esta obra, como casi todas las de Tennessee Williams, aborda temas profundos al cuestionar la sociedad de su tiempo, poniendo en evidencia las miserias que viven los habitantes en los suburbios de la ciudad, presentando personajes finamente delineados que se debaten entre la realidad y la ficción, y que sobreviven a esa cruda realidad; sólo a través de la imaginación.
La adaptación de la obra es adecuada, pues no cae en lugares comunes y permite al espectador conectar fácilmente con su propia realidad, valiéndose de la universalidad que ha caracterizado al teatro de Tennessee a lo largo de la historia.
“Estábamos muy interesadas en generar una apuesta teatral “diferente”, que tuviera una acogida especial y con una población específica, y buscando llegamos a la población con discapacidad visual, que no cuenta con muchas opciones teatrales y artísticas para su disfrute.”
Leitmotiv:
Viviana Jiménez y Kimberly Torres realizaron una investigación sobre teatro sensorial como tesis de grado en Arte Dramático llamada: “Compilado teatral: Redescubriendo la oscuridad, para la creación de espectáculos teatrales dirigido a personas con discapacidad visual”.
Estas dos jóvenes artistas han realizado un trabajo de proyección social a través del arte con su colectivo Pupila Teatro y en este proyecto lo hacen de manera independiente, teniendo en cuenta las necesidades del grupo poblacional objetivo.
Su motivación principal fue ampliar la oferta cultural para este tipo de población, pues como lo comenta Kimberly: “Estábamos muy interesadas en generar una apuesta teatral “diferente”, que tuviera una acogida especial y con una población específica, y buscando llegamos a la población con discapacidad visual, que no cuenta con muchas opciones teatrales y artísticas para su disfrute.”
He aquí la importancia de este proyecto, pues si bien, se abren cada vez más espacios de inclusión y equidad desde el arte, se hace necesario que este tipo de iniciativas circulen con mayor fluidez para que lleguen a diversos públicos, incluidos los grupos poblacionales objetivos. En ese camino se encontraron con algunos conceptos que fueron guiando la investigación: “…Y llegamos también al teatro sensorial o teatro ciego, que es el teatro que cuenta una historia a través de los sentidos y limitando la vista para las personas que ven o expuesto para las personas con discapacidad visual.” comenta Kimberly.
No obstante, definirlo teóricamente supuso un gran reto, pues al tratarse de un campo tan experimental, tuvieron que valerse de entrevistas a informantes claves para entender el contexto y el andamiaje de este tipo de creaciones. Para tal fin, contactaron a directores de teatro de Argentina y Colombia, encontrándose con más preguntas que respuestas.
Al respecto Viviana nos comenta; “…eso fue maravilloso porque fue darnos cuenta, que no existe una teoría teatral entonces siempre nos hablaron de: experimentamos con esto, experimentamos con la magia, con los sentidos pero no vas a encontrar un libro donde te digan como hacer teatro para personas ciegas o con personas ciegas.”
El tema de la discapacidad visual, fue otra de las vertientes en la investigación, ya que se quería hablar desde el reconocimiento de la población, desde la igualdad en la diferencia y por supuesto de las capacidades diversas que desarrolla este grupo poblacional. “Nos contactamos con Fabian Acosta, el director de Sensosfera aquí en Bogotá, y con él también hablamos de cómo es el proceso del teatro sensorial y de cómo las personas pueden experimentar y volver a los sentidos a través de obras (…) algo que nos quedó, es que no existe un hilo sino que las personas lo van creando a través de las cosas que reciben”, explica Viviana.
Con relación a este punto, la propuesta de la caja sensorial permite al espectador; hilar libremente los elementos que allí aparecen, y de esta manera completar la experiencia sensorial de la obra.
Proceso Creativo:
El proceso de creación de la obra “La Madame” integra momentos de experimentación con el colectivo de actores, la población objetiva y la postproducción de la pieza sonora. Sin embargo, este producto investigativo fue pensado en un principio para la presencialidad pero debido a la contingencia mundial se volcó a un proceso netamente virtual.
“Inicialmente proyectamos hacerlo en un espacio convencional, nos contactamos con muchas fundaciones, instituciones de discapacidad para poder tener un acercamiento, saber cómo ellos perciben el mundo, en general; como aprenden, cómo se desplazan, específicamente cómo se divierten, que les interesa, como leen e inicialmente teníamos reuniones de exploración sensorial, pero llegó la pandemia y se volvió todo virtual”, comenta una de las directoras.
Y es que no es fácil transformar los procesos creativos que suponen un intercambio sensible y desde la cercanía física a procesos virtuales mediados por la tecnología. El trabajo de exploración sensible tanto con el grupo de actores que interpretan la obra como con el grupo focal, se basó en encuentros virtuales a través de videollamadas que fueron registrando el proceso de la obra y las apreciaciones que se tenían de la misma. Es importante resaltar que dentro del grupo poblacional se encontraban personas con discapacidad visual, de baja visión y ciegas.
Cumplir con las expectativas del grupo objetivo fue una de las premisas más importantes para la construcción de la obra, pues el equipo creativo proviene de las artes escénicas y tuvieron que buscar referentes en el campo de lo sonoro para integrarlos a su producto investigativo, por esta razón, fue necesario recabar en varias técnicas, una de ellas el sonido binaural: “nos encontramos con la gran técnica de sonido binaural, (…) sentimos que esta fue también una solución, nos ayudó muchísimo para que la gente se sintiera en el espacio, cerca de los personajes, entonces, la caja sensorial y el sonido binaural, nos ayudaron en el proceso de creación virtual”, expone Kimberly directora del proyecto.
Una vez incluida la técnica de sonido binaural, se tuvo que pensar en darle una especificidad a la propuesta sonora, para que no fuera tomada como una radio novela o algo similar, es por eso que el colectivo integra elementos de exploración sensorial, por medio de siete objetos que contiene la caja que llega a la casa de los espectadores.
“Queríamos que la gente lo identificara como una obra teatral, no solo con la parte auditiva, entonces empezamos a sacar objetos de la obra, que podían ser identificados dentro de la obra misma, mientras que ellos la estaban escuchando y que los pudieran palpar, porque el teatro finalmente es un suceso presencial, o así lo conocemos muchas personas”, concluye Kimberly.
Esta es una experiencia que no se pueden perder, pues se trata de una propuesta novedosa e inteligente de abordar el teatro de los sentidos, tan pertinente en estos tiempos de aislamiento y soledad, donde el arte puede salvarnos en cierta medida del tedio y el hostigamiento al que nos hemos visto sometidos en los últimos tiempos. Una oportunidad para vivenciar la penumbra desde la lucidez de los sentidos, desde la calidez del hogar porque el teatro llega a sus casas. ¡No se lo pueden perder!
FICHA TÉCNICA
Obra: “La Madame” Dirección y adaptación del guión: Viviana Jiménez y Kimberly Torres Reparto: Luis Alfonso Ramirez, Laura Melissa Alvarado, Yeimy Viviana Rivas Formato: Teatro sensorial (Sonoro) País: Colombia Año: 2020 Diseño sonoro: Lina Maria Chacón Edición de Sonido: Andres David Garzón Estructura cajas sensoriales: Dir. de Arte: Diego Armando Diaz, Karen Boshell Apoyo a la investigación: Tatiana Rodriguez y Jose Ferreira Visualización del proyecto: Miguel Ovalle y Catalina Bohorquez
