Laboratorios de Creación en Artes para la Transformación Social en Barrios Unidos

Laboratorios de Creación en Artes para la Transformación Social en Barrios Unidos

Memoria Social Arte en Boga LAB 2024

Arte en Boga Lab 2024 tuvo su primera versión presencial en el marco de la Beca “Es Cultura Local 4ta Versión en Barrios Unidos”, ofreciendo a la comunidad tres laboratorios en clave de investigación-creación en torno al sonoviso audiovisual, el dibujo y la escritura y el teatro sensorial.

ARTE EN BOGA LAB 2024

El campo de la investigación-creación en Colombia se ha venido dinamizando en la última década, abriendo un espacio para repensar las formas en que se investiga, no solo en el campo artístico sino desde múltiples perspectivas apostándole a lo multidisciplinar, lo interdisciplinar y lo transdisciplinar en la producción de nuevo conocimiento.

“Se aboga por denominar Investigación-creación solo al modelo que se encuentra definido por el proceso que se centra en la creación de una obra o artefacto a partir de un señalamiento, con el objetivo de transformar las relaciones del ser humano con su entorno. Así, la obra o el artefacto se constituye como el resultado central del proceso en el se inscribe el valor que aporta, ya sea para el avance de la expresión de las disciplinas creativas, para la afectación de la cultura o para la transformación del entorno específico en el que se enmarque. Se equipará en esta propuesta a la investigación científica o tradicional con la creación que se da dentro del contexto académico.” (Ballesteros & Elsa, 2018, pág. 33)

Partiendo de lo anterior, es importante denominar la investigación-creación como una práctica de generación de nuevo conocimiento que se inscribe dentro de un dispositivo creativo y que surge a partir de una metodología estructurada, a diferencia de la creación pura, que está más vinculada con una práctica espontánea, deliberada y cotidiana. Es crucial destacar que la sistematización del proceso creativo desempeña un papel central en la validez de los procesos de investigación-creación, ya que permite al investigador-creador seguir y documentar los hallazgos durante la etapa de exploración, iteración y producción de la obra o artefacto.

Esta metodología fomenta una interacción dinámica entre el pensamiento (saber-conocer) y la acción (saber-hacer), integrando la investigación teórica y práctica en una única praxis. Esto no solo facilita la comprensión del mundo, sino también su transformación, ya que “el creador llama la atención sobre aspectos del mundo, y a través del señalamiento busca afectar su contexto” (Ballesteros & Elsa, 2018, pág. 35)

En este contexto, Arte en Boga LAB: Laboratorios de Creación en Artes para la Transformación Social en Barrios Unidos, es una iniciativa que propicia espacios para la circulación y apropiación del conocimiento en torno al arte y la transformación social. Trabajamos desde una metodología holística y experiencial, en clave de investigación-creación, abordando diversas disciplinas artísticas como el dibujo y la escritura, la creación audiovisual y el teatro sensorial.

Estos laboratorios facilitan la experimentación y el desarrollo de nuevas metodologías para abordar los procesos de enseñanza-aprendizaje de las artes, la creación de obras artísticas innovadoras y el trabajo colaborativo entre artistas, investigadores y públicos objetivos. Es importante mencionar que las temáticas abordadas en cada laboratorio responden a investigaciones previas realizadas por los artistas que lideran dichos procesos, dando continuidad al trabajo de investigación-creación que han venido desarrollando y tejiendo una red de conocimiento compartido que reconstruye el tejido social de las comunidades impactadas.

«LAB SONOVISO: APROXIMACIONES POÉTICAS Y NARRATIVAS EN TORNO A LA CASA» Lidera Santiago Rodriguez

En el desarrollo de este laboratorio de investigación-creación audiovisual, “La Casa” se convirtió en uno de los ejes catalizadores de ideas, sentimientos, percepciones, conceptos, creencias, conocimientos y un sinnúmero de pretextos que permitieron a los participantes develar las capas de sentido que sustentarían sus sonovisos. Es importante destacar que en la creación de un sonoviso confluyen el montaje de imágenes fijas, fotografías y la construcción de un diseño sonoro. Esta experiencia narrativa se asemeja a la de un video, pero está compuesta por imágenes estáticas. Pensar la imagen en movimiento como un trabajo de fragmentación cuestiona el lugar de enunciación del creador y le permite construir su mirada frente a los conceptos abordados desde otra perspectiva.

Muchos fueron los lugares de enunciación que emergieron del análisis y de las relaciones que los participantes tenían con “La Casa”: la casa como útero, como origen; la casa como encuadre de nuestra psique, ese lugar contenedor de emociones; la casa que conquistamos y que nos pertenece pero también; el “no lugar”, la casa vacía, donde enfrentamos las pérdidas, testigo de nuestras muertes, en donde se demuelen nuestros recuerdos; la casa que es hogar y medicina; la casa y la cicatriz, que es grieta y vestigio a la vez; la casa de tránsito, que es hábitat; la casa onírica y fantasmagórica, que sobrevive al paso del tiempo, evocando y albergando secretos, vivencias y memorias.

Dentro de la propuesta metodológica surgió una serie de herramientas creativas e investigativas que permitieron a los participantes construir una estructura para la creación del sonoviso. Estas herramientas incluyeron tableros temáticos, referentes audiovisuales y teóricos interdisciplinarios, escritura creativa, bitácoras personales para reflexionar sobre las premisas, la idea controladora, los referentes, la escaleta, la sinopsis, entre otros. Además, se incentivó la reflexión sobre cómo estos temas pueden ser transversales a la condición humana, lo que permitió emerger vulnerabilidades, intimidades y emociones en los participantes.

Todos estos elementos fueron el eje de una serie de conversaciones y diálogos colectivos que retroalimentaron cada una de las propuestas. Como lo expresa Santiago Rodríguez, realizador audiovisual y líder del laboratorio: “animar a los estudiantes a entender el proceso creativo como la formación de constelaciones, similar a una estructura rizomática donde un punto cualquiera puede conectar con cualquier otro de manera autónoma al estar en un sistema de pensamiento no jerárquico ni centralizado, fluyendo en constantes y diversas direcciones.” Partiendo de lo anterior, la iteración juega un papel preponderante en la consolidación de la propuesta plástica y sensorial de cada uno de los sonovisos, pues es solo a través de la práctica consciente y repetitiva que se consolida la propuesta y se puede reflexionar sobre ella.

Los resultados finales de este laboratorio no solo abordan la construcción estética y narrativa de lo que significa “La Casa”, sino que se muestran como una puerta de entrada al mundo y contexto de los participantes. A través del audiovisual, reflexionan sobre sus apuestas políticas, sociales, filosóficas, económicas y culturales en relación con las temáticas abordadas. Como menciona una de las participantes, Angelly Ponce de León: “Participar en este taller creativo y crear el sonoviso fue un trabajo increíble, porque pensar en lo que la casa significa es mostrarse desde la intimidad; es reconocer los miedos, los aciertos y los retos; es verse en un espejo y capturar ese momento; es hablar afuera lo que se habla adentro; es cuestionar el ser y el hacer; es evidenciar los hechos que nos han marcado para siempre y con los que vivimos.”

Por último, es importante destacar que Santiago Rodríguez define tres aspectos fundamentales en el desarrollo del proyecto. Primero, la construcción de espacios de escucha, donde los participantes compartieron sus historias de vida, vulnerabilidades y sentires en un entorno seguro y respetuoso, lo que posibilitó la construcción de tejido social entre ellos. Segundo, la importancia de la dicotomía entre sentir y crear, ya que “compartir nuestros sentires para crear algo con ello, aunque supone un proceso individual y subjetivo, se convierte en un punto de encuentro al estar vinculado a algo que todos compartimos: la condición humana”. Tercero, el concepto de «compartirse».

Según Rodríguez: “El proceso, al tener una participación diversa, se convierte en un espacio de creación interdisciplinaria donde todos los saberes confluyen de alguna manera en la conformación plástica y se hacen presentes durante el proceso. Creo firmemente que cuando compartimos lo que sabemos, tomamos conciencia de ese conocimiento y nos permite evaluar nuestro propio proceso. En este espacio, tanto estudiantes como docentes tuvimos la oportunidad de reconocer lo que sabíamos y, al hacerlo, dar valor a nuestra propia experiencia de habitar el mundo.”

«LAB TEATRO SENSORIAL: REDESCUBRIENDO LA OSCURIDAD PARA LA CREACIÓN ESCÉNICA» Lidera Kimberly Torres

El laboratorio de investigación-creación en teatro sensorial tuvo como objetivo romper las barreras tradicionales del teatro y sumergir a los participantes en un mundo donde la oscuridad no es un salto al vacío, sino un lienzo lleno de posibilidades. Lejos de ser un obstáculo, la oscuridad se convirtió en un aliado para la creación escénica, permitiendo que el juego con la estimulación de los sentidos revelara un espacio más inclusivo donde apreciar el teatro desde una perspectiva amplia y diversa. A través de la oscuridad, la población con discapacidad visual y la población vidente pudieron entablar una comunicación fluida para co-crear una experiencia sensorial. En ese sentido, la presencia de personas con discapacidad visual dentro del proyecto fue crucial y se constituyó como un eje transversal en la propuesta creativa, ya que nadie mejor que ellos para dar a conocer las necesidades de esta población.

Se hizo necesario pasar de la teoría a la práctica, construyendo un lenguaje común a partir de ejercicios de sensibilización y cohesión de grupo, donde el juego fue protagonista. Estos ejercicios permitieron tejer diversas posibilidades de acercamiento entre ambas poblaciones, entendiendo que la percepción va más allá de ver y escuchar, y que cuando se limita el sentido de la vista, se amplifican los demás sentidos en un intento de completar la experiencia desde la imaginación y la creatividad.

Como señala Kimberly Torres, líder del laboratorio: “También hablamos de la ‘Ilusión Imaginaria’ de Tadeuz Kantor, en la cual uno de los objetivos es mantener la imaginación presente al momento del espectáculo. Según Kantor, esta se mantiene relegada o se desaprovecha, tanto en la creación como en la puesta escénica, repercutiendo en lo que recibe el espectador. La ilusión está presente desde la creación dramatúrgica, consecuentemente en la acción y finalmente en el manejo escenográfico.” Esta premisa les permitió, a lo largo del proceso creativo, pensar en una puesta en escena que fuera un vehículo para que los espectadores pudieran vivenciar una experiencia compleja, profunda y multisensorial, que los llevará a conectar con recuerdos y emociones que ampliarán su capacidad de imaginar en la oscuridad.

Partiendo de allí, el enfoque metodológico del proyecto fue emergiendo a partir del uso de herramientas y técnicas que los participantes aplicaron desde la exploración y la iteración. Es importante destacar que no todos los participantes estaban familiarizados con la creación teatral, y para algunos,  esta fue su primera experiencia. Los ejercicios de sensibilización y cohesión de grupo, el uso del cuerpo y la voz como un todo al servicio de la creación, la acción dramática y lo situacional, así como la creación de personajes desde la improvisación, fueron algunos de los puntos de inflexión que guiaron la búsqueda para diseñar y crear esta propuesta de teatro sensorial.

Una vez escogida la obra, el equipo creativo tuvo la ardua tarea de adaptar el cuento “El congreso de los sabios tontos” del escritor chileno Saúl Schkolnik a la propuesta de teatro sensorial. Al tratarse de un amplio número de participantes, se hizo necesario seleccionar una historia que les permitiera tener en escena muchos personajes pero también abordar el trabajo coral. La escritura de la obra se basó en una creación colectiva, donde todos los participantes fueron creando sus propios diálogos en consonancia con la historia original y el enfoque que quisieron darle a la obra en este contexto.

Desde la lectura dramática hasta la construcción sonora de los personajes, la puesta en escena fue cobrando forma; la interpretación actoral, con la voz como protagonista, puso el foco en la palabra y su importancia en este tipo de propuestas multisensoriales. La creación de atmósferas sonoras, vinculadas a la acción dramática, complejizó el desarrollo de los ensayos, los cuales se transformaron gracias a la iteración de los textos y la puesta en escena en un camino de prueba y error hacia el resultado final.

En cuanto a la parte más conceptual, la obra abordó problemáticas ambientales y ecológicas que, vistas desde una óptica más ancestral, no son más que el resultado de una fuerte desconexión del ser humano con la ley de origen. En esta misión, solo los animales de poder, protagonistas de la puesta en escena, son los encargados de llevar el mensaje de unidad a los seres humanos, tan necesario para la preservación de nuestra vida en el planeta.

Desde la percepción de los espectadores, la obra fue un tránsito, un ritual de paso, una especie de viaje onírico que fue creando conciencia sobre el llamado al «ser» como esencia y unidad, a la importancia de la escucha colectiva y la conexión con el otro. Un asistente del público manifestó que: «Lo que más gustó fue la oportunidad de visibilizar realidades y experiencias otras, en especial las de las personas en condiciones de discapacidad. Este tipo de espacios aportan a la construcción de formas de vida sensibles a las realidades humanas y no humanas, a propósito de las reflexiones alrededor del impacto del ser humano en los ecosistemas, y de la experiencia de no contar con el sentido de la visión y agudizar otros por medio de las experiencias sensoriales de la obra.»

Por último, es importante destacar lo que este proceso de creación significó para los participantes, pues más allá de un espacio de creación, se fue transformando en un lugar de complicidades y afectos, donde la creación tomó forma de pájaro, de árbol, de abuelo, de canto, de susurro al viento, de mensaje ancestral, de misión espiritual, de llamado a la conciencia. Yexica Pérez actriz de la obra nos comparte sobre su proceso en el laboratorio: «Me ha encantado poder acercarme a la población con discapacidad visual, aprender de ellos y aprender también a hacer arte desde otros enfoques, teniendo en cuenta las diferencias. Resuena en mí la importancia de incluirles, de tenerles en cuenta y de aprender mucho más de lo que ellos tienen para enseñarnos.»

«LAB DIBUJO Y ESCRITURA PARA SENTIPENSAR NUESTRO HABITAR» Lidera Daniela Henao

¿Cómo sentipensar nuestro «Habitar»? ¿Desde dónde abordar este concepto, teniendo en cuenta que va más allá de simplemente ocupar o vivir en un lugar, ya que integra la interacción con el entorno, nuestras experiencias psicológicas y emocionales, y cómo estas contribuyen al desarrollo de nuestra identidad?

Este concepto también nos invita a revisar las relaciones que tenemos con los espacios que ocupamos y las personas con las que interactuamos, preguntándonos cómo, en ese residir, morar y asentarse, se va construyendo una perspectiva sobre nuestra percepción y posición en el mundo. No se trata solo de entenderlo, sino también de sentirlo. De esta manera, «sentipensar» es un término más cercano a los procesos que los artistas utilizan en la creación de sus obras, pues proporciona una visión más integral de la emoción y la razón, y cómo esta interconexión nos permite una comprensión más holística de la experiencia humana. Por lo tanto, el laboratorio de investigación-creación en dibujo y escritura fue un espacio dedicado a la exploración y el juego, donde la sinergia entre la producción de imágenes y palabras se materializó en diferentes dispositivos artísticos tales como el dibujo, los fanzines, el collage, la serigrafía, la instalación y los libros de artista, entre otros.

Desde el diseño metodológico, el juego fue un eje central para estimular la creatividad. Como lo menciona Daniela Henao, líder de laboratorio, “El juego proporciona un entorno seguro y libre de juicios donde los participantes pueden explorar su creatividad de manera espontánea. Esta libertad fomenta la generación de ideas originales y la expresión personal, incidiendo también en el aspecto cognitivo-sensorial. Además, la experiencia de los juegos en grupo promueve la colaboración y la comunicación entre los participantes. Al trabajar juntos en actividades lúdicas que involucran dibujar y escribir, los estudiantes aprenden a compartir ideas, hacer acuerdos y trabajar en equipo.”

Es precisamente el juego donde la iteración toma forma dentro de este laboratorio, ya que a través del uso e implementación de diversas técnicas, los participantes plasmaron todos sus saberes en la creación. En ese camino, el encuentro con los materiales fue una primera etapa de exploración, donde el miedo a enfrentar la materialidad y la experimentación desde el azar generaban nuevas ideas y posibilidades de resolución. A lo largo del proceso, soltar la mano, jugar, sentipensar con otros, escribir, compartir meriendas y conversar se convirtieron en el punto de encuentro que sostenía la creación. Daniela señala que “Los participantes practican la planificación, la resolución de problemas y la coordinación mano-ojo mientras exploran una práctica desconocida. Los juegos ofrecen oportunidades para la autoexpresión y el autoconocimiento. Al dibujar y escribir en un contexto lúdico, los participantes pueden explorar y expresar sus intereses plástico-sensoriales, valores y experiencias de manera auténtica y significativa.”

En ese camino de exploración plástica-sensorial, surgió la posibilidad de que cada uno de los participantes construyera su propio libro-arte, catalizando sus intereses más particulares sobre el habitar y las relaciones que se tejen bajo dicho concepto. A partir de esta iniciativa, los artistas incorporaron en sus obras los lugares donde habita la ausencia y se abrigan las memorias: el cuarto de costuras como imaginario de la infancia y el juego; las formas en las piedras, las montañas, los afectos. Convocaron también a los lugares de llegada: la casa, el hogar, los animales, la familia. Reconstruyeron los sitios donde se congrega y se resiste; los que son trinchera, zona de combate, territorio de violencia. Disectaron las ventanas, las puertas, los espacios inhóspitos y ajenos; habitaron la mente, los pensamientos, colonizaron el cuerpo y la mirada. Cuestionaron las relaciones entre lo público y lo privado, lo personal y lo propio; el adentro y el afuera, el barrio, la tienda, los vecinos, la gente desconocida y por conocer, lo fluctuante, transmutable y efímero del sentirse habitando y habitado.

Para concluir, es importante destacar que este espacio de investigación-creación se convirtió para los participantes en una oportunidad para reconectar con ellos mismos y sus entornos. Más allá del trabajo de exploración técnica y material sobre el dibujo y la escritura, se vivió un proceso de tejido social donde el poder transformador del arte iluminó algunos lugares aciagos inherentes a nuestra condición humana. Como expresó la artista Daniela Zapata: “Nunca había vivido algo parecido, me encantó el enfoque del laboratorio, abrió las puertas de mi creatividad, rompió un candado de inseguridad que tenía respecto a mis habilidades o mi deseo por expresarme. Estuvo acompañado de personas maravillosas que comparten el arte no solo como forma de expresión sino como forma de vivir y de salvarse.”

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Comments (2)

  1. Daniela Henao

    Que bien tener este espacio para leer sobre el proceso, es muy interesante conocer como cada laboratorio tomó las fortalezas y sensibilidades que identificó en su experiencia artística para enseñar desde allí. Ojalá sigan existiendo estos espacios para que continuemos transformando las sociedades en las que vivimos desde las artes !

    • arteenboga

      Gracias Dani! esperamos seguir abriendo este tipo de espacios que nos reafirman la importancia del trabajo artístico y creativo para nuestras sociedades contemporáneas, cada vez más alienadas e individualistas. Gracias por el amor y la entrega en el proyecto.

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